El verano es una época ideal para descansar, disfrutar al aire libre y compartir momentos con familiares y amigos. Pero, cuando hacemos escapadas veraniegas, también nos alejamos de nuestros hábitos alimenticios habituales: salimos más a restaurantes, nos despreocupamos de las dietas y nos permitimos disfrutar de dulces refrescantes como helados, granizados o sorbetes.
Aunque esto es completamente normal, es importante equilibrarlo con una dieta saludable una vez que regresamos a casa para mantener un bienestar óptimo.
No obstante, cuando estamos de vacaciones en casa se produce un cambio en nuestros hábitos alimenticios, adaptándose al aumento de las temperaturas y a la disminución del apetito. Las comidas se vuelven más ligeras, frescas y saludables.
Así lo confirma un análisis realizado por la firma de referencia en el ecommerce de fit-food, FITstore.es, que señala cómo cada vez más españoles se preocupan por su salud y su buen estado físico durante las vacaciones veraniegas y modifican su carrito de la compra para hacerlo posible.
Consumo de productos saludable crece
El estudio revela que el consumo de productos saludable crece un 29,01% durante los meses de verano. Este incremento está vinculado al aumento del tiempo libre que nos permite controlar más nuestra alimentación diaria y con la mayor preocupación por el bienestar y la salud, impulsado estos últimos años por la mayor accesibilidad a la información en las redes sociales. El auge de movimientos como el fitness ha fomentado una mayor demanda de alimentos saludables y ejercicio físico.
“Pese a que es una tendencia que se viene dando año tras año, esta temporada el repunte está siendo aún mayor. Es muy posible que tenga mucho que ver la inflación y la situación actual, que priva a muchas familias de realizar otros gastos, lo que las lleva a destinar el dinero que antes se dedicaba a vacaciones a productos saludables. Además, la tendencia de dividir las vacaciones en semanas separadas a lo largo del año hace que el sector siga teniendo actividad incluso en verano”, asegura Luis Cañada, fundador de FITstore.es.
Además, cada año son más los españoles que eligen aprovechar su tiempo libre en las vacaciones realizando ejercicio, ya sea en el gimnasio o al aire libre. El estudio de FITstore.es revela que, durante el verano, también se incrementa un 22% el consumo de complementos alimenticios, como proteínas en polvo y productos bajos en calorías. Un combo de circunstancias que ayudan a dibujar las nuevas vacaciones de los españoles.
¿Cómo es nuestra alimentación en verano?
En verano optamos por alimentos más refrescantes y a métodos de preparación que son más saludables: más ensaladas, cambiamos los fritos por la plancha, y la freidora de aire sigue ganando adeptos.
Las ensaladas destacan como una opción predilecta en los hogares españoles. Ya sean de verduras, garbanzos o pasta, las ensaladas son valoradas por su fácil preparación y su carácter saludable. Además, incorporan ingredientes frescos y de temporada, lo que las convierte en una elección ideal para la temporada estival.
Sin embargo, desde FITstore advierten: “hay productos que se asocian a dietas saludables que en realidad tienen más calorías que una hamburguesa del fast-food, por lo que hay que tomar conciencia nutricional y no caer en la trampa del marketing de los alimentos.”
En la otra cara de la moneda nos encontramos el consumo de frutas ha descendido un 20% en la última década. Esta tendencia negativa se ha intensificado en los últimos cinco años, con una reducción del 12,4% según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Por otra parte, la bollería industrial sigue sumando puntos en una situación complicada donde la diferencia de precios es abismal.
“Las distancias económicas y socioculturales son cada vez más grandes y hace que las diferencias en los hábitos alimenticios sean cada vez más dispares”, añade Cañada.
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