En las calles de Sevilla se está desarrollando un proyecto de adaptación al cambio climático, LIFE Watercool. Con la técnica de infiltración, se devolverá el ciclo natural de este recurso hídrico al subsuelo.
Estas obras consisten en el cambio de redes de abastecimiento y saneamiento de agua, alumbrado, aumento de arbolado y la instalación de elementos urbanísticos y tecnológicos que bajarán las temperaturas hasta diez grados en tres estancias ubicadas en el entorno.
Con los pozos de infiltración se gestiona el agua de pluviales, es decir aquella que se recibe de la lluvia y transportarla a los distintos pozos y estos a la capa freática, que es aquella que se encuentra a poca profundidad.
Cuando llueve, el agua se filtra por el adoquín y se almacena en la capa de grava. Esta agua pasa a los pozos de infiltración a través de un tubo dren, a unos tres metros y medio de profundidad. Esta técnica aumenta la permeabilidad del terreno y devuelve el agua al subsuelo.
Se trata de una técnica que vuelve al ciclo natural del agua como el que se producía cuando las calles no estaban asfaltadas y a través de la tierra llegaba el agua al subsuelo. El suelo natural era mucho más permeable que el urbanizado, que gracias a este proyecto y con la ayuda de la tecnología del departamento de Termotecnia de la Universidad de Sevilla se podrá recuperar en las obras que empezaron en 2019.
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