La paulatina incorporación de cultivos ecológicos y la reducción del uso de fitosanitarios son algunas de las medidas que contribuyen a mejorar la calidad del suelo, garantizando su fertilidad y sostenibilidad.
Además, cada vez son más los consumidores que reclaman alimentos más saludables, que satisfagan sus necesidades sin comprometer las de las generaciones futuras. Esto requiere un esfuerzo por parte del sector agrícola para llevar a cabo una transición hacia los cultivos orgánicos que cumplan con estas expectativas.
Para avanzar en la transición del sector primario hacia la implantación de cultivos ecológicos, el centro tecnológico NEIKER, miembro de Basque Research and Technology Alliance (BRTA), participa en el proyecto Lanirina, liderado por la Asociación de Desarrollo Rural (ADR) Lautada.
¿El objetivo? Conectar todos los eslabones de la cadena de valor del cultivo de cereal ecológico en la Llanada Alavesa: desde los productores hasta los consumidores, sin necesidad de intermediarios.
En concreto, la iniciativa está centrada en transformar esta materia prima en harina ecológica de valor añadido, de más calidad, para ofrecérsela directamente a los consumidores finales en formato de harina o en productos ecológicos elaborados a partir de la harina como pan, bollería o pizzas. De esta manera, se consigue un doble objetivo: preservar la salud de los terrenos y fomentar la generación de vínculos entre las personas productoras y las compradoras finales debido a la falta de intermediarios.
Formación en cultivo ecológico
En el marco de esta iniciativa, NEIKER y ADR Lautada organizaron en la sede del centro tecnológico en Arkaute (Álava), una jornada de debate centrada en la calidad panadera del cereal ecológico en la Llanada Alavesa.
Dentro de Lanirina, se llevan a cabo diferentes tareas que abarcan desde el trabajo de campo hasta el consumo final. De esta manera, entre otras acciones, se ofrece asesoramiento y formación a profesionales de la agricultura para guiarlos en el camino hacia la transición a cultivos ecológicos. Estas acciones formativas también están indicadas para el personal encargado de la limpia y la molienda del trigo para que sea capaz de dar mayor valor al cereal.
Asimismo, el pequeño comercio, los obradores artesanales y los consumidores finales también tienen un gran peso en la iniciativa. Sus valoraciones y opiniones sirven para medir el grado de aceptación del producto y crear nuevas oportunidades de mercado.
“Con la puesta en marcha de esta nueva cadena de valor para el cereal ecológico de la Llanada Alavesa, buscamos generar un nuevo modelo de negocio en el que el personal agricultor colabore con otros eslabones de la actividad del tratamiento de la materia, impulsando, además, nuevas actividades económicas en la comarca”, explica Arantza Arrien, Técnica de Desarrollo Rural de ADR Lautada.
Dentro del proyecto, el centro tecnológico se encarga de transferir sus conocimientos sobre la selección de variedades de cereal que mejor rendimiento ofrecen en agricultura ecológica, de proponer pautas para asegurar la calidad de los cereales o de explicar los manejos más adecuados para este tipo de cereales.
“A menudo, los profesionales de la panadería se sorprenden al conocer las cualidades de los cereales ecológicos. Cuando reciben formaciones sobre sus características y posibilidades, se abren a incorporar este tipo de productos a su oferta. Esto provoca que demanden más harinas ecológicas y que otros agentes de la cadena de valor, como agricultores y agricultoras, decidan diversificar sus cultivos incorporando este tipo de cereales”, añade Roberto Ruiz de Arcaute, investigador del Departamento de Producción y Protección Vegetal de NEIKER que toma parte en este proyecto.
Hacia el desarrollo de la agricultura del futuro
Con estas actuaciones, la iniciativa pretende afrontar los principales desafíos del sector primario y del medio rural en Euskadi para que se pueda llevar a cabo una transformación que logre una agricultura más moderna y con futuro.
De esta manera, los participantes del proyecto Lanirina asumen la responsabilidad de conservar el paisaje natural a través del cultivo de cereal ecológico, que transfiere propiedades beneficiosas a la tierra conservando su fertilidad y generando nuevas oportunidades de actividades ligadas a esta cadena de valor.
En esta línea, la iniciativa persigue concienciar al personal agricultor de las nuevas necesidades, tanto del medio ambiente como de los consumidores, y les anima a participar en el cultivo del cereal ecológico. Al mismo tiempo, pone en valor productos ecológicos elaborados a partir de la harina generada con la validación de obradores y consumidores finales.
Lanirina apoya al sector agrícola para realizar una transición hacia el cultivo ecológico y se suma al Plan para el Fomento de la Producción Ecológica (FOPE) que impulsa el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco desde 2014 para incrementar la producción ecológica y desarrollar la cadena de transformación y comercialización asociada.
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